Recordando al padre de ésta familia, en el dieciocho aniversario del fallecimiento, Don Celso Cortez Ruiz, acaecido en Trujillo el 2 de marzo de 1998, surge su perfil cuando dirigía obras civiles en Cajamarca.
Ver su imagen de capataz de la construcción del canal de Jesús - Cajamarca:
Así, con botas de búfalo marrón: muy querido por sus peones.
Un verdadero ejemplo para sus hijos.
Otras dos ocupaciones tuvo don Quime, como lo llamábamos sus
hijos, a saber:
Primero, en su juventud, cuando conoció a Doña Maricuchita,
era sastre de profesión; luego, se dedicó a trabajar en las carreteras de
Cajamarca, como capataz general, después del Ingeniero.
Al parecer, de aquí surge la vocación de ingeniero que
influenció a la mayoría de los hijos, nietos y biznietos y hasta cuñados
casados con las hermanas. Solo tres nietos se escaparon para ser médicos
Finalmente, estudió para contador mercantil, ocupación que
le permitía manejar su negocio y hacer trabajos de contabilidad para
terceros.
En 1996, hace exactamente medio siglo, con todos los
miembros de la familia que residían aun en Cajamarca, migró para siempre a la
ciudad de Trujillo.
Ahí vive ahora la gran familia Cortez Honorio, menos los
Varones y la mayor de las hermanas: Alejandro, Pepe, Jorge y Carlos Hernán y,
Doña Olguita Cortez, nombre puesto, posiblemente, por don Quime, en memoria de
su abuela Doña Olga Bueno de Namora, madre de Don Jesús Cortez Bueno padre de
Don Celso.
Ahora, en Cajamarca, solo nos quedan recuerdos borrosos de
nuestra barrio San José donde pasamos nuestra infancia y juventud; es por eso
que siempre regresamos a nuestra tierra donde ya no nos quedan parientes: como
una familia desarraiga (sin raíces en la tierra materna), pero orgullosos de
ser cajamarquinos.