Se presentan los principales resultados de una investigación acerca de la experiencia de hombres en relación al vínculo con su primer(a) hijo(a) durante sus primeros 6 meses de vida. Se utilizó un diseño descriptivo-analítico relacional con metodología cualitativa, recolectando los datos mediante entrevistas individuales semiestructuradas a 14 padres, las que se analizaron a través de la grounded theory. Los resultados se agruparon en torno al fenómeno Experiencia de Conocerse Mutuamente, que implica el cuidado del padre al hijo(a), la confianza del hijo(a) hacia el padre y el afecto mutuo. Se discute la importancia de los factores que surgieron como intervinientes en la experiencia vincular gratificante: (a) cambios en la identidad, (b) relación con la madre y (c) tiempopresencia disponible.
Palabras clave: hombres, padres, experiencia, vínculo
Palabras clave: hombres, padres, experiencia, vínculo
La mayor demanda social para la incorporación del hombre en
tareas de crianza tradicionalmente femeninas ha motivado el interés emergente
de diversos actores sociales, instituciones e investigadores sobre el fenómeno
de la paternidad, incluyendo Latinoamérica y Chile (por ejemplo, en el Banco
Mundial: Barker, 2003; en el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia: Aguayo,
2003; en la Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales: Olavarría, 2000).
Este nuevo interés representa un cambio a nivel paradigmático,
ya que anteriormente la preocupación se centraba primordialmente en el vínculo
madre-hijo(a) y la figura del padre quedaba invisibilizada de los escenarios académicos
y políticos.
Desde la psicología evolutiva es posible constatar el mismo
fenómeno: distintas corrientes psicológicas, partiendo por el psi- coanálisis,
han dado énfasis a las relaciones tempranas que tiene el bebé y su entorno familiar
más cercano para el desarrollo adecuado en su vida adulta (Bowlby, 1998).
Aunque Bowlby (1998) plantea la idea de que el cuidador
primario no necesariamente es la madre, esta ha sido tradicionalmente la figura
de apego central en la cultura occidental.
La mayoría de las investigaciones se centra en cómo se da
esta relación y qué tipo de vínculo se construye entre la madre y su hijo(a),
quedando el padre muchas veces excluido de las teorías e investigaciones respecto
del vínculo (Maldonado-Durán, 2005; Pruett, 1998).
Desde hace algún tiempo en países como Francia, Reino Unido,
Estados Unidos y Canadá se ha abordado la relación del padre con el bebé,
habiendo, sin embargo, escasas investigaciones tanto recientes como pasadas que
profundicen en esta relación (Maldonado-Durán, 2005; Pruett, 1998).
Pruett (1998) plantea en sus recomendaciones para la
investigación y la práctica la necesidad crítica de profundizar en el
desarrollo de un paradigma comprensivo sobre la paternidad. Dentro de este
contexto, la investigación que se presenta busca aportar al desarrollo de dicho
paradigma, enfocándose en la manera en que los hombres significan la
experiencia vincular con su primer hijo durante sus primeros seis meses de vida. Para ello
se utiliza metodología cualitativa, con entrevistas semiestructuradas a 14
padres primerizos, analizadas según los principios de la grounded theory (Strauss
& Corbin, 2002).
Antecedentes Teóricos y Empíricos
A continuación se presentan tres corrientes de investigación
acerca de la paternidad desde las cuales se construyeron los marcadores teóricos
y empíricos que guiaron el presente estudio. En primer lugar, se fundamenta
desde la teoría del apego la importancia del vínculo temprano entre el padre y
sus hijos(as)1, presentando las diferencias observadas entre el padre y la madre.
Posteriormente, se consideran los aportes latinoamericanos que derivan de los
estudios de significados y representaciones sociales asociados al concepto de
paternidad y cómo estos influyen en la identidad masculina. Luego, se ahonda en
los conceptos teóricos e investigaciones sobre la experiencia de los hombres en
el período de transición a la paternidad, realizadas principalmente durante el período del embarazo, que
se relacionan de manera directa con esta investigación.
Importancia del Apego Entre el Padre y sus Hijos: Diferencias con la Madre al Observar Interacciones Tempranas
En
esta misma línea, Gibbons et al. (2001)
encontraron que los niños eran más claros
en sus señales y respondían más a los
acercamientos de los padres que a los de sus
madres, aunque las madres eran más sensibles
a las señales de sus hijos. Kazura (2000)
reporta que, aunque los padres no estaban
tan involucrados como las madres en
el cuidado de los niños, estos desarrollaban mejores
interacciones lúdicas con sus hijos.
Respecto de los determinantes en el involucramiento
responsable del padre con
su
bebé, Volling y Belsky (1991) señalan que
hay múltiples factores determinantes, entre
los que están la autoestima y empatía paterna,
el temperamento del hijo, la posibilidad de
complementar trabajo y familia, junto
con la relación marital. Este último factor
influye en mayor medida en el involucramiento de
los padres que de las madres con
sus bebés (Belsky, Yungblade, Robin & Volling,
1991).
Las
diferencias encontradas entre el padre
y la madre a partir de los estudios de
observación de interacciones plantean la interrogante
sobre la experiencia subjetiva de
los padres derivada de la construcción de significados
en torno al vínculo, que es lo que
se aborda en este artículo.
Significados y Representaciones Sociales Asociados a la Paternidad
Investigaciones
sobre la masculinidad y la
paternidad realizadas en diversos países de
Latinoamérica, utilizando metodología cualitativa,
estudian la paternidad en términos
psicosociales, centradas en sus
significados
y relación con el sistema social sexo-género
(Alatorre & Luna, 2000; Cruzat, 2003;
Escobar & Muñoz, 1995; Fachel, 2000; Fuller,
2000a; Gallardo, Gómez, Muñoz & Suárez,
2006; Mora, Otárola & Recagno-Puente,
2005; Olavarría, 2000; Viveros, 2000).
Estas investigaciones integran la
diversidad de las experiencias de los padres,
mostrando que en la construcción de
la identidad masculina la paternidad emerge
como un eje central (Fuller, 2000b).
Más
allá de las diferencias en las prácticas concretas,
el padre se concibe como: …
aquel que protege, provee, forma y
educa (...) [Asimismo, la paternidad] se
vive como el momento en que
se cierra la etapa juvenil, significa un
reordenamiento de la vida del
varón y su inserción a un nuevo período
en el que obtiene pleno reconocimiento social,
es el punto en el
que un varón se convierte en un adulto.
(Fuller, 2000b, p. 28) En
la misma línea “aparece un nuevo mandato
moral que se resume en dos grandes demandas:
diálogo horizontal entre padres
e hijos/hijas y mayor participación del
padre en la crianza de los hijos” (Fuller, 2000b,
p. 28). En
relación a este nuevo modelo ideal de
paternidad, un número creciente de hombres
expresa su incompetencia para desempeñarse
de acuerdo a las exigencias y
expectativas actuales sobre su rol como padre,
atribuyéndolo a las largas jornadas laborales
(Olavarría, 2001).
Entre
los hallazgos realizados en investigaciones con
poblaciones chilenas y latinoamericanas que
han explorado específicamente la
relación padre-hijo y a las personas que
podrían influir en este vínculo, es posible
destacar las siguientes conclusiones:
(a)
la paternidad se consagra al tener un hijo
varón, ya que permite que el apellido de
la familia se trasmita y sobreviva en el tiempo,
aunque el vínculo amoroso sea con la
madre (Fuller 2000a; Olavarría, 2000);
(b)
la hija mujer representa el vínculo familiar, la
solidaridad y estaría más ligada a la madre
y (c) la relación con las hijas se percibe con
mayor profundidad emocional que la
con los varones (Fuller, 2000a).
Respecto del impacto sobre la madre del hijo, las investigaciones señalan que el hecho de convertirse en padre rearticula la relación de pareja, convirtiéndola en una relación de familia, señalando, además, que el vínculo con la pareja condicionaría la forma como se vivencia la paternidad (Alatorre & Luna, 2000; Escobar & Muñoz, 1995; Fuller, 2000a; Gallardo et al., 2006; Mora et al., 2005).
En relación a las experiencias pasadas, tanto el padre como la madre son referentes para los hombres en su relación con sus hijos, a partir de las propias vivencias y enseñanzas (Cruzat & Aracena, 2006; Fuller, 2000a; Gallardo et al., 2006; Olavarría, 2000).
[...]
A continuación se presentan los resultados obtenidos, diferenciándolos según nivel de análisis y dando prioridad a los resultados finales del estudio.
Un primer nivel de análisis (codificación abierta) permitió describir cuatro categorías relevantes:
(a) caracterización del vínculo con el hijo;
(b) influencia del vínculo en la identidad de padre;
(c) influencia de personas significativas actuales y
(d) influencia de experiencias significativas pasadas, tanto con otros como consigo mismo.
Para dar lugar a resultados relacionales, estos resultados descriptivos se analizaron por medio del proceso de codificación axial, generando dos modelos comprensivos emergentes del discurso de los padres asociados al objetivo del estudio: el primero, referido a la identidad paterna, es el sentimiento de “padre” como responsable del bienestar total del hijo; el segundo, referido a las personas influyentes en el vínculo, se denomina madre del hijo como influencia fundamental en la experiencia vincular con este. Estos primeros resultados relacionales se sintetizaron mediante el procedimiento de codificación selectiva en torno al fenómeno central del estudio: la experiencia de conocerse padre e hijo mutuamente (ver la Figura 1).
El modelo central ilustra que los padres significan su vínculo con su primogénito como una experiencia de conocerse mutuamente e incluye la descripción de cómo se da este proceso (contacto sensorial directo), las condiciones que permiten este conocimiento mutuo (capacidad/incapacidad paterna), los principales factores intervinientes (presencia disponible, cambios en la identidad y relación con la madre) y las consecuencias, tanto si se desarrolla de manera gratificante como no gratificante.
[...]
Resultados
A continuación se presentan los resultados obtenidos, diferenciándolos según nivel de análisis y dando prioridad a los resultados finales del estudio.
Un primer nivel de análisis (codificación abierta) permitió describir cuatro categorías relevantes:
(a) caracterización del vínculo con el hijo;
(b) influencia del vínculo en la identidad de padre;
(c) influencia de personas significativas actuales y
(d) influencia de experiencias significativas pasadas, tanto con otros como consigo mismo.
Para dar lugar a resultados relacionales, estos resultados descriptivos se analizaron por medio del proceso de codificación axial, generando dos modelos comprensivos emergentes del discurso de los padres asociados al objetivo del estudio: el primero, referido a la identidad paterna, es el sentimiento de “padre” como responsable del bienestar total del hijo; el segundo, referido a las personas influyentes en el vínculo, se denomina madre del hijo como influencia fundamental en la experiencia vincular con este. Estos primeros resultados relacionales se sintetizaron mediante el procedimiento de codificación selectiva en torno al fenómeno central del estudio: la experiencia de conocerse padre e hijo mutuamente (ver la Figura 1).
El modelo central ilustra que los padres significan su vínculo con su primogénito como una experiencia de conocerse mutuamente e incluye la descripción de cómo se da este proceso (contacto sensorial directo), las condiciones que permiten este conocimiento mutuo (capacidad/incapacidad paterna), los principales factores intervinientes (presencia disponible, cambios en la identidad y relación con la madre) y las consecuencias, tanto si se desarrolla de manera gratificante como no gratificante.
La experiencia de conocerse padre e
hijo mutuamente incluye tres procesos: el cuidado del
padre al hijo, la confianza del hijo hacia el padre y el afecto mutuo. Este conocimiento
mutuo se da a través del contacto sensorial directo con el hijo. Dentro de las
principales formas de contacto sensorial que sostienen el conocimiento mutuo
están percibir / ser percibido por el hijo, las manifestaciones físicas mutuas
de cariño y la comunicación auditiva.
La participación del hijo en este proceso va aumentando desde el embarazo (mínima) hasta que el hijo nace y luego a medida que va creciendo (mayor).
La participación del hijo en este proceso va aumentando desde el embarazo (mínima) hasta que el hijo nace y luego a medida que va creciendo (mayor).
Si este contacto sensorial directo ocurre en base a un
conocimiento mutuo, surgen sensaciones gratificantes para el padre que permiten
el desarrollo del afecto mutuo.
…yo lo cambié, y mientras lo estoy cambiando, él
empieza como a balbucear: “aguag”, entonces, mientras yo le hablo, yo le
digo: “hijo, yo te quiero mucho, estoy feliz de que estés aquí, soy feliz cuando
llego a la casa y cuando en los controles me dicen que eres inteligente”, entonces,
yo le converso, le converso, le digo que lo queremos mucho que “tu mamá te quiere
mucho, yo te quiero mucho” y él me mira, chupa su mano, se chupa un dedo, me
mira y empieza: “uaua”; entonces me da la sensación de que yo estoy
conversando con un amigo, y eso me, en el momento, claro, en el momento me dan
ganas de llorar de alegría y de felicidad, y en ese momento, específicamente sería,
porque como hablaba, con la detención que me mira, la atención que me presta… (II, 32)2
La experiencia de conocerse mutuamente puede darse de manera positiva, dando lugar a una experiencia gratificante, o de manera negativa, lo que se traduce en una experiencia no gratificante.
¿Qué es lo que determina que la experiencia sea gratificante o no gratificante?
Se pueden distinguir ciertas condiciones y algunos factores que intervienen. Dentro de las condiciones….
La experiencia de conocerse mutuamente puede darse de manera positiva, dando lugar a una experiencia gratificante, o de manera negativa, lo que se traduce en una experiencia no gratificante.
¿Qué es lo que determina que la experiencia sea gratificante o no gratificante?
Se pueden distinguir ciertas condiciones y algunos factores que intervienen. Dentro de las condiciones….
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2 Se
indica en número romano al padre entrevistado (desde I a XIV) y en número arábico
el párrafo de la entrevista en el que aparece la cita.